La renta agraria europea ha registro un aumento continúo desde 2013 hasta 2020, cuando sufrió una desaceleración. La renta media ascendió a 28.800 euros/trabajador en 2021, que es un 56 % más alto que en 2013 y un 13,6% más que en el año anterior. Bulgaria registró el mayor aumento entre 2020 y 2021, con un +46,7%, mientras que Chipre, por el contrario, registró una disminución del -15,9% en su renta agraria por trabajador, según ha puesto de manifiesto un informe que acaba de publicar la Comisión Europea.
Este aumento general se explica, por un lado, por el rápido crecimiento del valor de la producción, frente a un aumento más lento de los costes, pero también por la reducción del número de operadores agrícolas, dice la CE.
En 2021, el 10% superior de las explotaciones con mayores ingresos tenía más de 61.500 EUR por trabajador, mientras que el 10% inferior tenía menos de 800 EUR por trabajador, de media.
Hay grandes diferencias según países, como puede verse en el mapa adjunto. Las rentas más altas se encuentran en el noroeste de la UE (Dinamarca, Alemania occidental, Países Bajos, norte de Francia), mientras que las más bajas en el Este (Rumania, Eslovenia, Croacia, Polonia oriental). En España, las rentas más altas corresponden a Castilla y León, Navarra, La Rioja y Aragón.
Respecto a 2020, todos los sectores agrarios registraron un aumento de ingresos, a excepción del porcino y las aves de corral (-11,3%). El sector de la carne de cerdo se enfrentó a una caída de los precios (resultante de una producción creciente, una demanda interna limitada y menores oportunidades de exportación a China) y costes más elevados. Sin embargo, los ingresos de las granjas especializadas en cerdos y aves de corral siguieron siendo los más altos (43.400 euros por trabajador) en comparación con otros sectores agrarios.
Los ingresos en los sectores de la horticultura, los cultivos extensivos, el vino y los lácteos también superaron la media de la UE en 2021, oscilando entre 31.900 y 34.200 EUR por trabajador, como en años anteriores. En particular, las explotaciones agrarias registraron un aumento de la producción (en valor), mucho mayor que el aumento de los costes de los insumos (+21,6% frente a +7,6%), gracias a una buena cosecha y a los altos precios, según recoge el informe de la Comisión Europea.
Las explotaciones de mayor tamaño compensan sus mayores costes por hectárea con una mayor producción, lo que se traduce en mayores beneficios. Las explotaciones de menor tamaño económico se concentran en Polonia y Rumanía, mientras que las mayores -desde el punto de vista económico- están en Alemania y Francia, y están especializadas en granívoros (porcinos y aves de corral).
Además, los ingresos de las explotaciones dirigidas por mujeres son más de un tercio inferiores a los de las explotaciones dirigidas por hombres, y esta situación se da en todos los países miembros, aunque se está reduciendo gradualmente.
Las explotaciones dirigidas por productores de mediana edad (entre 51 y 60 años) presentan por término medio la mayor rentabilidad. Los agricultores de esta categoría de edad que dirigen explotaciones con el más alto nivel de producción, se encuentran principalmente en Polonia, Italia y España, y en la producción de cultivos extensivos.
Por último, otro punto estudiado en el informe es que los pagos directos de la PAC proporcionan proporcionalmente más apoyo a los agricultores de explotaciones más pequeñas, y la ayuda contribuye más fuertemente al valor añadido neto de las pequeñas explotaciones.
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