En los últimos años, el gobierno francés ha regulado a nivel nacional varias medidas de bienestar animal más exigentes que la normativa comunitaria. Como era de esperar, lo que empezó como normas de carácter unilateral, ahora quieren que se conviertan en normas a nivel de la UE, alegando distorsiones en la competencia.

Aprovechando que la Comisión Europea va a presentar una revisión de las normas de bienestar animal en este segundo semestre, el gobierno francés le ha remitido sus propuestas. Propone que se prohíba el sacrificio de pollitos macho de un día, que se prohíba la castración de lechones sin usar anestesia y analgésicos y que se nombre obligatoriamente un responsable de bienestar animal en las granjas. Estas son medidas que ya están aprobadas en Francia.

En cuanto a la creación de un etiquetado europeo relativo al bienestar animal, las autoridades francesas apoyan que éste tenga carácter voluntario en el mercado UE. También proponen  crear un observatorio europeo del transporte de animales.

Asimismo, para que la ganadería europea no pierda competitividad frente a otros países, Francia pide que se exijan a las importaciones las mismas medidas que a las que se les obligan a los ganaderos comunitarios (clúsulas espejo).

Francia también solicita tiempo suficiente para la transición a nuevos sistemas y que se tenga en cuenta la capacidad económica de los sectores para pode adaptarse a las nuevas exigencias.