El miércoles, la cotización del cerdo de sacrificio en Alemania bajó 10 céntimos hasta los 2,00 €/kg. En los últimos días, los grandes mataderos alemanes han ejercido, cada vez, más presión a la baja sobre los precios, lo que ha provocado que los ganaderos se hayan apresurado a sacar cerdos ante el miedo de que el precio todavía bajara más. En la última semana se han sacrificado 753.000 cerdos, lo que supone unos 70.000 cerdos más que la semana precedente. En consecuencia, todo apunta a una situación de una mayor oferta de cerdos para sacrificio y una demanda contenida de carne. 

La presión en el mercado de la carne se transmite una vez más a los ganaderos, como el eslabón más bajo de la cadena de valor, y con un nivel de precios que no cubre los elevados costes de producción. Desde el otoño de 2020, los precios de los piensos han aumentado entre un 60 y un 70 %, los costes energéticos se han multiplicado y otros costes, como la mano de obra o el gasto veterinario no han dejado de subir, según denuncia la sectorial de porcino de Alemania. Estiman que en la actualidad, solo para cubrir los costes de producción y engorde de lechones, se requieren precios de cerdo al sacrificio de al menos 2,50 €/kg.

Es cierto que tanto los mataderos como el resto de los eslabones de la cadena están sufriendo el aumento de los costes, pero desde la sectorial estiman que la presión que se está ejerciendo sobre los ganaderos es incomprensible, porque están comprometiendo aún más su propio suministro futuro de carne de cerdo como materia prima. 

Los ganaderos de porcino denuncian que la situación de liquidez en sus granjas es extremadamente ajustada desde hace más de dos años y la ola de abandonos ya avanza a toda velocidad. Solo entre mayo de 2021 y mayo de 2022, alrededor de 1.900 ganaderos, es decir, casi el 10 % del total se dieron por vencidos. A menos que la situación económica mejore pronto, no se vislumbra el fin de la ola de abandonos en la porcicultura alemana.