Desde que se inició la pandemia del Coronavirus, la carne alemana de cerdo no ha dejado de almacenarse en las cámaras frigoríficas. Las existencias almacenadas llegaron a su punto más alto en julio de 2021, con 259.000 t, según datos de la consultora AMI. A partir de esa fecha, los inventarios empezaron a reducirse un poco. En diciembre de 2021, sin embargo, hubo otro aumento significativo. Con 228.000 t, las cantidades almacenadas fueron alrededor de un 39 % más altas que en noviembre de 2021. En consecuencia, la carne de cerdo se convirtió en el producto almacenado con mayor frecuencia.

La baja demanda de carne de cerdo, que se debe en gran medida, a las reducidas ventas en el canal Horeca y a las restricciones a las exportaciones por la PPA, han propiciado un mayor almacenamiento de carne de cerdo. La débil demanda no pudo compensarse por completo con la producción significativamente reducida de cerdos y carne de cerdo en Alemania. Además, la presión competitiva en el mercado europeo sigue siendo muy alta.  

Los ganaderos alemanes lamentan que con estas elevadas existencias de carne de cerdo, las cadena de distribución no prioricen vender carne alemana y en lugar de eso, se dedican a publicitar carne de otro orígenes, que es lo que hace la cadena Metro.