En la UE está permitido castrar cerdos sin anestesia durante los 7 primeros días de vida. No obstante, en Alemania decidieron que desde el pasado 1 de enero está prohibida la castración sin anestesia. En Francia, la castración sin anestesia se prohibirá a partir del 1 de enero de 2022.

El Instituto francés de investigación porcina (Ifip) está trabajando en una anestesia local mediante inyección intratesticular (se inyectaría un anestésico en cada testículo), con el fin de proporcionar una alternativa al sector.

No obstante, las organizaciones de defensa del bienestar animal prefieren que se prohíba la castración, no solo por el bienestar del animal sino porque alegan que establecer la obligación de usar anestesia puede ser un requerimiento que se cumpla o no y complicada su verificación.

Ya hay empresas que han optado por no castrar animales .Tal es el cao de la cooperativa bretona Cooperl, que es el primer productor de Francia y el tercero de Europa con 3.000 ganaderos socios. Actualmente, el 85% de los socios no realizan la castración de sus cerdos. Su filial Brocéliande fue pionera en eliminar está práctica, allá en 2008.

Hay empresas que si quieren mantener la castración quirúrgica, porque tienen miedo de que los consumidores rechacen la carne por tener un sabor más fuerte (sabor y olor sexual). Tal es el caso del grupo francés Bigard, que posee casi la mitad de los mataderos de Francia y que ha dicho que mantendrá la castración.

La inmunocastración, que es un práctica usada en países de fuera de la UE, no tiene todavía una buena acogida en la Unión.

En España no existe ninguna norma nacional en relación con la castración, pero es una práctica que se usa mucho menos que en los países del norte, ya que el mercado español demanda animales más pequeños, que todavía no han alcanzado su madurez sexual. Según Ifip, el número de machos sacrificados en la UE que están enteros (sin castrar) es de 45 millones, cifra que ha aumentado un 30% en cinco años y cuya mitad (unos 22 millones) proceden de España.