El proyecto de Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2021 incluye una moratoria de 2 años para la entrada en vigor de las sanciones al sector apícola por el incumplimiento de la normativa que limita la polinización cruzada de los cítricos.
La conocida como ‘pinyolà’, obliga a retirar los asentamientos apícolas durante 2 meses en un radio de 4 kilómetros alrededor de las plantaciones que cuenten con variedades híbridas de mandarinos con el fin de garantizar la cosecha y el calibre.

Los naranjos y mandarinos florecen en abril y mayo. Si las abejas están cerca de variedades hibridas (que no tienen pepitas) pueden llevar polen de otras variedades tradicionales (con pepitas), produciendo una polinización cruzada y que generando que las variedades híbridas den frutos con semillas (pinyols, en valenciano, de donde viene el término pinyolà).
Los citricultores no quieren colmenas cerca para evitar que su árboles tengan frutos con pepitas, ya que se las pagan muy poco porque el consumidor no las quiere. Por su parte, los apicultores necesitan lugares donde poner sus colmenas.
La Conselleria de Agricultura ha emplazado a apicultores y citricultores en el seno de las organizaciones agrarias, a ponerse de acuerdo para conjugar los intereses del sector apícola y citrícola.
Digo yo, ¿y hacer pedagogía al consumidor de porqué llevan «pinyol» y su importancia?