El pasado 4 de junio, las organizaciones profesionales agrarias UPA-UCE, APAG Extremadura ASAJA y COAG, así como los sindicatos CCOO y UGT de Extremadura llegaron a un principio de acuerdo para cerrar el convenio del campo de este año, tras meses de desacuerdos y negociaciones.
Ayer estaba prevista la firma, pero finalmente, APAG Extremadura Asaja decidió no firmar el acuerdo del convenio del campo. La organización alega que los sindicatos, de manera unilateral, han intentado incorporar en el mismo, nuevos contenidos no negociados.
El presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, ha dicho que el pasado 4 de junio se llegó a un acuerdo que incluía tres puntos, como eran el registro de jornada, la movilidad de la propia jornada y las horas extraordinarias posteriores a las horas ordinarias y era lo que había que firma, pero ayer los sindicatos incluyeron unas tablas salariales que no estaban incluidas y no se habían negociado.

Para Metidieri, cuando se llega a un acuerdo, debe respetarse y cumplirse, no puede ser que a mitad del partido se cambien las reglas del juego. No entiende por qué se ha querido abrir otros debates y ha recordado que en el documento ya está recogida la actualización del SMI en el RD de 2018 y 2020, lo que es suficiente.
UPA-UCE si apoya el convenio
UPA-UCE Extremadura ha ratificado el acuerdo alcanzado el pasado día 4 de junio sobre el convenio del campo y defiende que “la palabra de este sector tiene su valor y que la negativa de alguna de las partes no beneficia ni a trabajadores ni agricultores”.
Según UPA-UCE no hay nada nuevo encima de la mesa que pueda motivar este cambio de postura de Apag Extremadura Asaja, que además supone la “pérdida total de credibilidad de esta organización que, además, pone las cosas muy difíciles a partir de ahora para llegar a cualquier tipo de acuerdo”.
“Para nosotros el convenio del campo está cerrado y, por tanto, deberá ser la parte arbitral quien resuelva las posibles discrepancias que existan en cualquier artículo del acuerdo”, destaca Huertas.
Desde UPA-UCE Extremadura mantienen que se trata de “una situación inédita” que, en este momento de especial dificultad, no beneficia ni a los agricultores ni a los trabajadores.
Si este convenio no sale adelante se generará una situación de conflicto laboral e inseguridad jurídica que va a perjudicar a agricultores, ganaderos y trabajadores y supondrá la pérdida de acuerdos como la modificación del registro horario, que eliminaba burocracia para las explotaciones familiares, o la reducción del 55% del coste de la primera hora y media extra al igual que el establecimiento de una tarjeta profesional agraria que facilitaría las cosas para los trabajadores y agricultores aportando mejor formación y simplificando los requisitos para todas las partes.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.