Un nuevo cultivo de cacahuete forrajero desarrollado por la EMBRAPA (Empresa Brasileña de Investigación Agro-pecuaria) puede resultar una alternativa muy interesante para la alimentación animal. La BRS Mandobi es el primer cultivo brasileño de legumbres con propagación de semillas.

Además de diversificar los pastos, mejora la fertilidad del suelo y la dieta animal, aumenta la longevidad de los pastos. El rendimiento de forraje de alta calidad aumenta la productividad del rebaño en un 46%.

Según los investigadores, el uso de gramíneas con cacahuetes forrajeras representa una alternativa eficiente de bajo coste para satisfacer la necesidad de nitrógeno en los pastos, ya que las legumbres pueden capturar este nutriente del aire y fijarlo en el suelo, dependiendo de la asociación de la planta con las bacterias que viven en él. La planta consigue incorporar hasta 150 kilos de nitrógeno en el pasto, equivalente a 330 kilos de urea, obtenidos de forma natural, resultado que genera un ahorro anual de unos 135 euros por hectárea para el productor rural.

Otra ventaja de los cacahuetes forrajeros es el alto contenido de proteína bruta presente en la planta, entre el 18% y el 25%, un nutriente que afecta directamente a la productividad y calidad de los pastos. La ingesta de proteínas en la dieta animal aumenta el rendimiento productivo del ganado por área, con bajas emisiones de carbono, contribuyendo a la mitigación de los impactos ambientales de la producción de carne y leche con pastos», dice el investigador.

Altamente productivo, la BRS Mandobi produce 3.000 kilos de semillas por hectárea. La tecnología se desarrolló a partir de las demandas del sector productivo, generadas debido al alto coste con mano de obra en el proceso de implementación con los cultivos de cacahuete forrajero disponibles en el mercado, todos propagados por mudas, según publica el Boletín Exterior del MAPA.