Todos los indicadores que se detectan en el mercado implicarían una subida del precio de la leche, pero la realidad no es así. Esta es la queja que la Federación francesa de productores lácteos (FNPL) ha hecho publica esta semana en una rueda de prensa. Han recordado que la sequía ha limitado el crecimiento de la producción en la UE, que el precio de la mantequilla sigue subiendo y que la tendencia de la economía es positiva. Con esta panorama, los precios al ganadero tendrían que subir pero no es así.

 Thierry Roquefeuil, presidente del FNPL, ha avanzado que la cooperativa Sodiaal (dueña de la marca Yoplait) todavía paga entre 320 y 340 €/t y ha recordado que antes ninguna industria pagaba por debajo de ese precio, pero ahora ya no se respeta esa línea roja. Según Roquefeuil, Lactalis ha revisado sus precios dejándolos alrededor de 310 €/t, al igual que la  cooperativa Agrial. Por tanto, estos precios estarían por debajo de los costes de producción, que a FNPL estima en 320 €/t.

En los últimos meses, el Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ha promovido a través de los Estados Generales de Alimentación, que el precio final del producto fuera una sucesión de incrementos de los precios de la cadena de producción y que en cada eslabón se tuviera en cuenta la situación de mercado. Macron consiguió  el consenso entre las partes, con firmas y fotos incluidas. La FNPL lamenta que los firmantes de estos acuerdos ahora no los cumplan y no cree que realmente los esfuerzos de Macron vean sus frutos.

Mientras tanto, la industria y distribución francesa se culpan el uno al otro de ser los responsables de los bajos precios al ganadero.

La situación no parece muy diferente de lo que ocurre en España.