El precio medio del azúcar blanco de la UE llegó a 372 €/t en febrero de 2018, llegando a su nivel más bajo desde el establecimiento del sistema de notificación de precios de la Comisión Europea en julio de 2006, y un 25% más bajo que en agosto de 2017. Es casi un 10% más bajo del  umbral de referencia del azúcar blanco, el único nivel objetivo que existe para controlar la situación del mercado. Es un precio muy por debajo de los costes medios de producción en la UE, según denuncian los remolacheros (CIBE) y fabricantes de azúcar (CEFS) de la UE en un comunicado conjunto.

Los precios actuales del azúcar no son sostenibles para la producción de remolacha ni del azúcar. Incluso los productores más competitivos están sufriendo grandes pérdidas.

La Comisión Europea considera que el sector debe regularse, pero CIBE y CEFS consideran que la Comisión no toma en cuentas las siguientes realidades del mercado:

– La mayor producción de azúcar es debida a los precios relativamente altos del mercado mundial a finales de 2016 y a la supresión de las cuotas. La mayor producción también permite una mayor distribución de los costes fijos, lo que aumenta la competitividad de los operadores en un entorno más liberal, caracterizado por una mayor competencia.

– Los bajos precios del mercado mundial están arrastrando al mercado de la UE. Las exportaciones de azúcar, aunque son mayores que bajo el sistema de cuotas, están restringidas por los niveles actuales de precios en el mercado mundial, lo que debilita el mercado. Los contingentes de importación a arancel cero o reducido, establecidos desde 2013, junto con la apertura total del mercado a los países  ACP / LDC, evitan que la diferencia entre los precios de la UE y los precios mundiales supere los 100 €/t. No hay que olvidar que los  precios mundiales del azúcar están deprimidos, en gran parte, por la producción y exportaciones subvencionadas de Brasil, Tailandia, Pakistán e India, y que el exceso de producción que llega al mercado mundial puede proceder de operadores pequeños que venden por debajo de coste.

Si la diferencia de precios UE entre los actuales y los vigentes hasta septiembre de 2017 se mantiene en el nivel actual, la transferencia neta de riqueza del sector remolachero-azucarero a procesadores secundarios y minoristas será de al menos 2.000 millones de euros para fines de 2018.

CIBE y CEFS piden a la Comisión Europea y a los Estados Miembros que tengan en cuenta la escalada de la crisis en el sector y consideren formas de minimizar el daño continuo y potencialmente irreversible para los agricultores, los trabajadores y los fabricantes de azúcar.