La
Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima que la producción
de cítricos de la próxima campaña en la Comunitat Valenciana experimentará
un severo descenso del 26,8% respecto al ejercicio precedente. Los servicios
técnicos de esta organización agraria han elaborado un informe a partir de
las múltiples consultas efectuadas entre los delegados de AVA-ASAJA en las
principales zonas productoras de agrios y la conclusión es unánime: la
futura cosecha de la campaña 2017/18 registrará un disminución muy marcada
tanto en el capítulo correspondiente a mandarinas como en el apartado
relativo a naranjas. En el primer caso, de acuerdo con los cálculos de AVA-ASAJA,
la caída productiva será del 29,8%, mientras que en el segundo la merma se
situará ligeramente por encima del 28%.
Por
variedades destacan de manera muy significativa las bajadas del 40,5% y del
38,7% previstas para satsumas y clementinas tempranas respectivamente, así
como el descenso del 28,8% que podría alcanzar la naranja navel. Las causas
de esa reducción del rendimiento productivo de la citricultura valenciana de
cara a la próxima temporada hay que buscarlas, por una parte, en la
alternancia natural que, en términos de cosecha, caracteriza a las campañas
citrícolas, es decir, a un ejercicio de producción elevada, como fue el caso
del anterior, suele sucederle otro menos fecundo.
El
segundo de los motivos que han originado esta coyuntura tiene que ver con
determinados fenómenos climáticos y su incidencia negativa sobre la
evolución fisiológica del arbolado. Efectivamente, durante el mes de
diciembre se acumularon una serie de días de copiosas lluvias que afectaron
a las raíces y debilitaron a naranjos y mandarinos que sobre todo en las
zonas más llanas y con la llegada de la primavera presentaban un aspecto
amarillento y alicaído. Esos síntomas se materializaron poco después en una
floración muy irregular que se complicó aún más durante la fase del cuajado
de los frutos debido al calor anormalmente alto que imperó durante el mes de
mayo.
"Lo
cierto es que entre unas cosas y otras -reflexiona el presidente de AVA-ASAJA,
Cristóbal Aguado- nos encontramos con una producción citrícola muy corta y
por eso nos vemos en la obligación de hacer un llamamientos a los
agricultores para que actúen con cautela y calma a la hora de vender la
fruta. Con una disminución tan notable de la cosecha, los precios que se
negocien tienen que ser, como poco, forzosamente razonables". No obstante,
el máximo responsable de esta organización agraria recuerda que "aunque las
cotizaciones sean superiores a las del pasado año, no por ello va verse
compensado en modo alguno el descenso general de ingresos que sufrirán los
productores valencianos en su conjunto a causa de esta disminución tan
acusada de la cosecha".
Ante
las perspectivas que se abren, Cristóbal Aguado reclama a "todos los agentes
que intervienen en el proceso comercial, desde los agricultores, pasando por
los comercios y sin olvidar, por supuesto a la gran distribución, que
trabajen con la máxima seriedad, profesionalidad y rigor a fin de gestionar
de la manera más beneficiosa para todos la escasa producción con la que
vamos a contar".





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