El Secretario de Agricultura de EEUU, Sonny Perdue, anunció al final de la pasada semana, la suspensión de todas las importaciones de carne fresca de vacuno procedente de Brasil debido a recurrentes preocupaciones sobre la seguridad de los productos destinados al mercado estadounidense. La suspensión se mantendrá hasta que el Ministerio de Agricultura de Brasil toma medidas correctoras que el USDA considere satisfactorias.

Desde marzo, el Servicio de Inspección y Seguridad de los Alimentos de EEUU (FSIS-USDA) ha estado inspeccionando el 100% de todos los productos cárnicos que llegan a los Estados Unidos desde Brasil. El FSIS ha negado la entrada a un 11% de los productos brasileños de carne fresca. Esa cifra es sustancialmente más alta que la tasa de rechazo del 1%, correspondiente a los envíos desde el resto del mundo.

Desde la implementación del aumento de la inspección, el FSIS ha negado la entrada a 106 lotes (aproximadamente 0,9 Mt) de productos de carne brasileña debido a la preocupación por la salud pública, las condiciones sanitarias, y las cuestiones de salud animal.

El gobierno brasileño se ha comprometido a abordar estas preocupaciones, incluso mediante la auto-suspensión de cinco instalaciones que podían exportar carne de vacuno a Estados Unidos. No obstante, la medida tomada por el USDA reemplaza a la auto-suspensión brasileña.