Unió de Pagesos denuncia que el precio medio en origen de la carne de ovino en Cataluña, de 2,70 euros el kilo por un cordero de 24 kilos, es inferior al de los últimos tres años, mientras el precio medio de la carne de cabrito fue de 5,20 euros el kilo durante el 2016, el más bajo desde el 2000 a excepción de 2013, que fue de 5,12 euros el kilo.

El sindicato considera que un factor como la bajada del consumo de esta carne en los hogares, que desde el 2010 ha sido del 20,6%, según datos del Departamento de Agricultura, no justifica la disminución de precios del sector, sobre todo teniendo en cuenta que no hay sobreproducción porque se han reducido los censos, tanto en Cataluña como en todo el Estado y la Unión Europea, y también el número de sacrificios, y han aumentado las exportaciones.

El censo de ovino ha disminuido en Cataluña en un 44% (el de hembras reproductoras, un 45,8%) entre 2005 y 2015, y en el mismo periodo, el de caprino ha perdido un 22,4% (el de hembras reproductoras el 27,5%). Por otra parte, los corderos sacrificados en 2015, según Agricultura, fueron 1.232.293, un 18,2% menos que en el 2008, mientras que las exportaciones de ovinos vivos se dispararon en un 94%, y las de carne de cabrito, en un 43% entre 2014 y 2015.

En este sentido, Unió de Pagesos pide a la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) que investigue el proceso sobre la formación de precios en el sector, y al Departamento de Agricultura, que el Observatorio de Precios incluya el estudio del sector ovino y caprino para dar transparencia a la formación de precios.

Por otra parte, el incumplimiento de la normativa de etiquetado sobre el origen de la carne de cordero y cabrito que hace el comercio conlleva un agravio importante para los ganaderos, ya que su carne, reconocida como de calidad superior a la de otros países, se encuentra en inferioridad de condiciones al no poderse diferenciar del resto. El sindicato ha pedido a la Agencia Catalana de Consumo (ACC) que haga cumplir la obligatoriedad de etiquetar este tipo de carne y el resto, así como que intensifique campañas de inspección para combatir este incumplimiento y para valer el derecho del consumidor a elegir . Unió de Pagesos seguirá presentando denuncias al ACC ante los incumplimientos de etiquetado, como ha hecho en los últimos años.

Unió de Pagesos advierte que la crisis de precios del sector se da en un contexto en el que las explotaciones deben afrontar problemas como la sequía, que el año pasado obligó a los ganaderos a comprar alimento para el ganado, con el sobrecoste que implica. En el caso de la sequía en pastos, el sindicato ha logrado mejoras en el seguro, como la identificación de zonas que no eran suficientemente homogéneas y mejora de la identificación de sequía según el estado de la vegetación, y sigue trabajando para el seguro sea efectiva en las zonas donde pastan los rebaños.

En cuanto a los problemas derivados de la vacuna para la lengua azul en 2016, como muerte de ovejas, infertilidad y abortos, Unió de Pagesos ha pedido a las administraciones que reconozcan la existencia de los efectos secundarios y que habiliten un fondo para indemnizar a los productores por las pérdidas ocasionadas en los rebaños. El sindicato también ha conseguido que la vacunación sea voluntaria en 2017.

Respecto a los daños de la fauna salvaje, Unió de Pagesos ha pedido a los departamentos de Agricultura y Territorio que apliquen medidas eficaces para minimizar los efectos en los rebaños y los cultivos, así como evitar la transmisión de enfermedades al ganado.

El sindicato también ha facilitado los datos de daños relacionadas con los efectos de la sequía y de la vacunación contra la lengua azul en el sector para conseguir una revisión de los módulos de IRPF por parte del Ministerio de Hacienda.

Unió de Pagesos también reclama al Ministerio que en esta campaña no exija el requisito de productividad de 0,6 para el sector (0,6 corderos o cabritos salidos de la explotación por cada reproductora) para tener derecho a la ayuda asociado ovino y caprino. Fuente: UP