En 2012, la UE creía que la disputa con EEUU por el tema de la prohibición de la carne de vacuno tratado con hormonas había concluido, pero parece que la administración Obama no opina de la misma forma. Ha anunciado que tomará medidas para acabar con la prohibición comunitaria de importar carne de vacuno con hormonas. Estas medidas podrían ser la reinstauración de las medidas de retorsión, que ya aplicaron en el pasado, a las importaciones de ciertos productos comunitarios. Ahora mismo, se ha abierto un período de consulta pública al respecto.

EEUU alega para abrir nuevamente este conflicto, que la cuota que tienen de acceso al mercado comunitario de carne de calidad, a cambio de no exportar carne hormonada, es muy pequeña y que no esta medida no está funcionando. Según EEUU, la UE se comprometió a solucionarlo en el acuerdo TIPP, pero como en septiembre pasado se acordó que dicho acuerdo no se iba a completar este año, han decidido que no pueden esperar más.

El conflicto se inició en febrero de 1998, cuando un panel de la OMC dictaminó que la prohibición de la UE de importar carne procedente de animales a los que se les hubiera suministrado promotores del crecimiento iba en contra de las normas de la OMC. Como la UE no levantó esta prohibición, EEUU y Canadá que eran los países demandantes, pudieron aplicar sanciones, a través del incremento de los aranceles de entrada en dichos países de ciertos productos comunitarios, como el queso de Roquefort, la mostaza de Dijon, aguas minerales, carnes y verduras, entre otros alimentos.

En mayo de 2009, la UE y EEUU firmaron un memorando según el cual, se iría aumentando gradualmente el acceso sin arancel de la carne libre de hormonas de EEUU al mercado comunitario, a cambio de eliminar las medidas de retorsión. En 2012, la UE y EEUU llegaron a un acuerdo por el que la UE mantenía podía mantener su veto a la hora de importar este tipo de carne tratada con hormonas, a cambio de que EEUU y Canadá pudieran exportar a la Unión más carne de vacuno de calidad. Concretamente, se permitió elevar a 48.200 t, la cantidad importada de carne de vacuno de calidad.