El gobierno canadiense va a poner a disposición del sector lácteo de su país, 240 millones de euros en ayudas, para anticiparse a las consecuencia del acuerdo comercial recientemente firmado entre la UE y Canadá.

El presupuesto se va a dividir en dos medidas. Una de ellas será un programa de inversión para las explotaciones lácteas, que contará con 170 millones de euros y tendrá una duración de 5 años. Estará destinado a actualizar las tecnologías y sistema de las explotaciones para mejorar la productividad mediante la actualización de los equipos. Incluiría la adopción de robots de ordeño, sistema de alimentación automática y herramientas de gestión de cabaña.

La otra medida dispondrá de los 70 millones de euros restantes, que se destinarán a un programa de inversión para los procesadores de leche. Este programa tendrá una duración de 4 años e irá dirigido a mejorar la eficiencia y la productividad, así como a diversificar sus productos hacia nuevas oportunidades de mercado.

La Asociación canadiense de productores de leche considera que estas ayudas son insuficientes, ya que el CETA provocará la reducción de la producción lechera canadiense en un 2%, dejando de producirse 17.700 t de queso y generando unas pérdidas 116 millones de dólares al año, para los ganaderos.