En enero, el ganadero alemán percibió por su leche una media de 28,66 céntimos/litros mientras que gastó 44,94 céntimos en producirla. Por tanto, con ese precio estaba perdiendo 16 céntimos por cada litro vendido, ya que el precio solo cubre el 64% del coste, de acuerdo con la cifras barajadas por la EMB, organización europea que agrupa a sectoriales lácteas y a organizaciones agrarias. Sin embargo, Alemania ha manifestado que no va a hacer uso del articulo 222 para regular la producción.

Irlanda también ha anunciado que no lo va a aplicar. En Reino Unido y Holanda parece que tampoco se va a aplicar.

Desde que se sabía que iban a desaparecer las cuotas lácteas, la EMB ha sido siempre una gran defensora de la regulación de la producción, con un carácter general y obligatorio y a cambio de una compesación, por lo que la medida propuesta por la Comisión no satisface en absoluto sus expectativas. El presidente de la EMB se ha mostrado muy duro con la medida del Comisario Hogan, a la que considera más una distracción que una solución. Defiende que la Comisión sabe que no ha hecho nada salvo seguir permitiendo la política liberal de producción de leche que muchos países aplican.