Mantener una agricultura productiva y promover la biodiversidad es el objetivo de la Operación Polinizador, un proyecto internacional que se inició en el Reino Unido hace más de 10 años y que ya se ha implantado en EEUU, Canadá y 8 países de la UE, uno de ellos España. La operación polinizador busca la colaboración del agricultor para la creación de márgenes en las tierras de cultivo con el fin de que se conviertan en hábitats para los polinizadores (abejas silvestres, dípteros etc) y otros artrópodos beneficiosos, proporcionándoles alimentos y refugio. Este proyecto fue expuesto ayer por Francisco García Verde, Responsable de Agricultura Sostenible de Syngenta, durante la presentación de la Guía de campo de polinizadores de España.
Dentro de la UE, Inglaterra y Alemania están a la cabeza el la implantación de hábitats para polinizadores, con más 5.000 ha de márgenes, pero España no se queda atrás. Ya cuenta con 1.200 ha y el objetivo es llegar a las 3.000 ha en 2020.
Se trata de un proyecto internacional pero que se adapta en cada país a sus características específicas. En el caso de España, el proyecto se está llevando a cabo con la colaboración del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), el IMIDA (Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario) y de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid.
Los investigadores han desarrollado una mezcla de semilla para sembrar en estos márgenes. Se trata de una mezcla para autosiembra, que se ha definido buscando plantas que cumplan un amplio abanico de condiciones, como que sean autóctonas, de fácil manejo por parte del agricultor, que incluyan diversidad de familias para permitir una larga cobertura floral, que resulten atractivas para los polinizadores, que compitan con las malas hierbas, que no infesten los cultivos y que no sean reservorios de plagas. Los investigadores han desarrollado también mezclas simplificadas de semillas para adaptarlas a ciertas zonas, así como un protocolo para explicar la estrategia de manejo.
Los márgenes de polinizadores deberían ser corredores de entre 1,5 a 5 m de ancho alternándose en los cultivos, y ocupando entre un 3-6% de la superficie. También podrían ser islas en zonas marginales.
En apenas tres años de ensayos, se ha observado que la riqueza de artrópodos beneficiosos es significativamente mucho más elevada en las parcelas que tienen flores en los márgenes, que en las que carecen de ellos.
García Verde ha destacado que la creación de estos márgenes para polinizadores no solo supone un aumento importante de la biodiversidad, sino que además genera otros valores adicionales como la interacción positiva con los cultivos, la reducción de la erosión de los suelos y una diferenciación del producto a nivel de mercado, diferenciación que actualmente es muy demandada por los importadores comunitarios.
Además, ahora se están finalizando los estudios para cuantificar el efecto positivo de los polinizadores en la mejora de la calidad y del rendimiento de los cultivos que dependen de la polinización, como son melón, sandía, frutales, colza y leguminosas. Asimismo, se está trabajando a nivel comunitario para que la Comisión Europea acepte los márgenes de polinizadores como superficie susceptible para poder recibir pagos medioambientales adicionales.
Syngenta está actualmente trabajando con los agricultores para crear márgenes de polen y néctar alrededor de los campos de cultivo. Para ampliar información se puede consultar:




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