La oferta mundial de leche sigue siendo fuerte y sigue siendo el parámetro dominante en el mercado de las materias primas. La producción de leche en la UE se ha incrementado en un 5,1% en los primeros 6 meses del año 2014. Una gran parte de este aumento de producción ha sido absorbido por la fabricación de leche en polvo, tanto entera como desnatada, cuya producción se ha incrementado en un 9,6% y un 16,7%, respectivamente, según el Consejo Lácteo del Reino Unido.

Este aumento de la producción de polvo se debe fundamentalmente a dos factores. Por un lado, la creciente demanda mundial del mismo. Por otro lado, el aumento de capacidad para la producción de leche en polvo. La mitad de las inversiones europeas de la industria láctea en los dos últimos años se han gastado en ingredientes secos, como leche y suero en polvo, según la interprofesión láctea francesa CNIEL.

En el mismo período, la producción de queso solo ha aumentado marginalmente, a pesar de que la producción en 2013 ya fue más baja que la de 2012, como consecuencia de la reducida oferta. El hecho de que no haya cantidades extra significativas está siendo una ventaja de cara al veto ruso. Por el contrario, el impacto indirecto de dicho veto en el mercado comunitario de la leche desnatada en polvo podría empeorar el crecimiento de la producción de leche en polvo a lo largo del año.