En los últimos 20 años, el número de remolacheros del Reino Unido se han reducido casi a una tercera parte, pero el aumento de los rendimientos de los cultivadores que han quedado, han compensado la bajada. De acuerdo con las cifras de British Sugar y la consultora Andersons, el número de productores se ha reducido de 9.843 a 3.590 entre 1993 y 2013. Por el contrario, los rendimientos han aumentado entre 50 y 70 tn/ha para aquéllos que han permanecido en el sector.

Para 2013 se estima un crecimiento de la producción de un 11%, lo que suscita optimismo sobre las perspectivas del sector a medida que se aproxima al final de las cuotas en 2017. Sin embargo, siguen sin resolverse algunas cuestiones sobre su capacidad para luchar en un mercado cada vez más competitivo, según publica el Boletín Exterior del MAGRAMA.

El informe de la consultora avanza que es posible que continúe el descenso en el número de cultivadores y que se tienda hacia productores más eficientes que sean capaces de sobrevivir en un mercado sin cuota. Vaticina que las explotaciones agrarias menos eficientes tendrían muchos problemas para subsistir, mientras que las perspectivas serían más favorables para explotaciones con tamaño relevante que puedan conseguir los mejores rendimientos con la tecnología más avanzada. La industria azucarera está intentando ayudar a que se consigan mayores rendimientos para mejorar su capacidad para competir.

El informe también señala que la volatilidad del mercado está empezando a hacer mella en el sector a pesar de quedar otros dos años de cuota por delante.

La fórmula actual de precios para la remolacha, vigente en el Reino Unido, finaliza este año y la consultora considera muy posible una revisión del modelo de precios del Acuerdo Interprofesional, para los dos años restantes, a fin de preparar al sector para la desaparición de las cuotas en 2017. Según la consultora, después de esta fecha podría técnicamente finalizar por completo el sistema de precio único de la remolacha, si bien podría ser muy probable que hubiera un acuerdo continuado entre la principal organización agraria británica, la NFU y British Sugar.

Por su parte, la NFU estima necesario un mecanismo para contener el incremento de la competencia extranjera que conllevaría la liberación del mercado. La principal competencia vendría de Holanda y Francia, ya que han realizado importantes inversiones y podrían tener como objetivo el mercado de Reino Unido.