La Agencia de Seguridad Alimentaria (FSA) de Irlanda del Norte ha advertido a sus ganaderos que se abstengan de agregar leche de otras fuentes diferentes a las propias en sus entregas de leche. Advierte que no solo es una práctica ilegal, sino que además potencialmente podría introducir contaminantes y en última instancia podría comprometer la integridad de la producción de leche.

Esta advertencia es consecuencia de una investigación que está en marcha en relación con el tráfico ilegal de leche en Irlanda del Norte. Al parecer, se están vendiendo cantidades significativas de leche, directamente desde ganaderos de vacuno de leche de Irlanda a establecimientos en Irlanda del Norte.

La organización profesional agraria de Irlanda (IFA) ha advertido a sus ganaderos que se abstengan de vender leche a compradores no registrados. En Irlanda ya hay ganaderos que está sobrepasando su cuota, por lo que se encuentra bajo la presión de una muy posible supertasa (dado como están evolucionando las entregas) y de percibir un precio inferior al de la leche de cuota. Esta situación de tensión de los ganaderos parece ser, que está siendo aprovechada por algunas personas, que no son compradores registrados, para su propio beneficio. Se presentan ante estos ganaderos con la propuesta de solucionarles el problema, comprándoles la leche fuera de cuota de manera ilegal, ya que no se registraría en ningún sitio dicha entrega. Esta leche luego se vendería en la vecina Irlanda del Norte, buscando ganaderos que quisieran incluir dicha leche en sus entregas habituales.

La FSA ha anunciado que donde se encuentre evidencia de malas prácticas, se tomarán medidas coercitivas contra los implicados y la leche y productos lácteos afectados serán retirados de la cadena alimentaria. El Ministerio irlandés también ha recordado a sus ganaderos que sigan vendiendo a sus compradores habituales y que se abstengan de vender por otros canales.

La FSA ha instado a los ganaderos a que denuncien cualquier ofrecimiento de leche para incluir en sus entregas.