La sectorial de porcino de Nueva Zelanda, NZ Pork, ha perdido el caso contra la administración neocelandesa en relación con las nuevas normas impuestas por ésta para la importación de porcino. Según la sectorial, estas nuevas medidas ponen en peligro la sanidad de la cabaña de porcino, posibilitando la entrada del virus del Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS). Nueva Zelanda es uno de los pocos países del mundo que está libre el virus.

Las normas que se introdujeron en 2001 establecían que solo se podía importar en Nueva Zelanda carne de porcino tratada. Sin embargo, ahora el Ministerio de Industrias Primarias ha introducido unas nuevas normas, según las cuales se puede importar carne cruda de porcino, siempre que se trate de cortes listo para el consumidor, que pesen menos de 3 kg y que no tengan tejidos linfáticos específicos.

Para NZ Pork, las nuevas normas reducen considerablemente las medidas de bioseguridad e incrementan el riesgo de la entrada del virus, por lo que las denunciaron ante El Tribunal de Apelación. Sin embargo, éste no le ha dado la razón a NZ Pork y ha rechazado su reclamación, apoyando, por el contrario, las normas del Ministerio.