La organización agraria británica NFU denuncia los bajos precios del cordero, que han puesto los márgenes de los ganaderos británicos bajo presión. La interrupción de la campaña de comercialización como consecuencia de la meteorología junto con las importaciones baratas son las principales causas del desplome de precios.

No obstante, esta caída de las cotizaciones del cordero se ha producido no solo en el Reino Unido, sino también en el resto de la UE, por lo que los británicos demandan una actuación por parte de la Comisión.

Por un lado, piden que la Comisión Europea ayude a la promoción de la carne de cordero en la UE. Por otro, que esté vigilante con el impacto de las cuotas de cordero de Nueva Zelanda. La última revisión de las cuotas fue en 1994 y desde entonces, la industria ha hecho importantes cambios. Por tanto, piden que la Comisión no solo analice las cantidades de cordero importado sino también, el valor de las importaciones.