La Andalucía Bike Race atraviesa, a su paso por las provincias de Córdoba y Jaén, algunos de los paisajes de olivares más impresionantes del mundo. Olivares que dominan el paisaje y que se extienden desde los valles hasta la cúspide de las montañas. Pero no nos dejemos engañar por la simetría de las plantaciones. Hay más diversidad de la que parece en este inmenso bosque de olivos. Cierto que son olivos, pero no todos son iguales. Algo parecido ocurre con la Andalucía Bike Race. El profano puede pensar que sus casi 700 participantes son todos iguales, pero no es así. Cada día se corren 5 carreras diferentes dependiendo de la categoría en la que compita cada ciclista: Élite Masculina, Élite Femenina, Mixta, Máster 30 y Máster 40.

En el olivar español somos más exagerados, ya que tenemos nada menos 260 variedades distintas y cada una de ellas hace su particular carrera del aroma y sabor. Por esa razón, la Andalucía Bike Race no sólo es un viaje a través del olivar, es también un periplo por las grandes variedades de olivos de nuestro país.

Lógicamente empezamos esa carrera en Córdoba, en donde reina una de las grandes variedades españolas, la hojiblanca que en Andalucía supone más del 18% del olivar con unas 270.000 hectáreas. Es la predominante en la Denominación de Origen Priego de Córdoba, junto a la picudo y la picual.

Un poco más al norte los ciclistas de la Andalucía Bike Race atravesaron los municipios integrados en la Denominación de Origen Baena y sus olivares de hojiblanca, picudo, pero también de variedades más minoritarias como lechín y pajarero. Y eso sin salir de la provincia de Córdoba.

Por fin, en la etapa cuarta etapa llegamos a Jaén, la tierra de la variedad picual. Para que nos hagamos una idea precisa de su importancia, baste decir que en torno al 98% de la superficie de olivar de esta provincia está plantado de picual, que supone, casi el 60% de todo el olivar de Andalucía. Es la variedad predominante en otra de las denominaciones de origen que atraviesa la Andalucía Bike Race, la de Sierra de Mágina. Sus aceites también dan cabida a otra variedad autóctona, la manzanillo de Jaén.

Eso en sólo 400 kilómetros de carrera. Una pequeña muestra del patrimonio que atesora el olivar de nuestro país. Un patrimonio que los ganadores de cada etapa están recibiendo de manos de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español. Una selección de tres de las grandes variedades españolas: picual, hojiblanca y arbequina. Las dos primeras son las más importantes en Andalucía y por ende en España. La tercera, tiene su origen en Cataluña, y en la actualidad se cultiva en gran parte de nuestra geografía. Una muestra de la inmensidad de nuestro mar de olivos.