Algunas bacterias que viven en el suelo dependen de las raíces de las plantas del trigo y de la cebada para su alimentación pero también acaba de ser descubierto por los científicos del Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS), que estas mismas bacterias también podrían proporcionar un servicio imprescindible a sus plantas hospedadoras.
Los científicos están investigando el potencial de las bacterias para controlara los hongos que causan la podredumbre de las raíces de estos cultivos, provocando cuantiosas pérdidas.
Las bacterias son miembros del género Pseudomonas e incluyen 11 cepas que impiden el crecimiento de los hongos Pythium y Rhizoctonia, los cuales causan enfermedades en el trigo y la cebada. Estos hongos crecen bien en los suelos húmedos y frescos y pueden alcanzar a niveles especialmente altos en los campos donde se usa agricultura de conservación para reducir los gastos de combustible, prevenir la erosión del suelo, y proveer otros beneficios ecológicos y ambientales.
Según los investigadores, los dos patógenos son especialmente problemáticos durante la primavera para las plántulas que tienen edades de solamente de cuatro a seis semanas y los fungicidas disponibles no son muy eficaces. Además, es difícil diseñar una rotación del trigo con otros cultivos que no son huéspedes de los hongos, porque los hongos pueden vivir en una gama muy amplia de plantas.
Sin embargo, las bacterias Pseudomonas pueden secretar enzimas y bioquímicos poderosos que pueden ayudar a mantener a raya a estos hongos. Algunas cepas de las bacterias también ayudan a las plantas a protegerse así mismas, estimulando una respuesta inmunitaria llamada la respuesta sistémica inducida. Otras cepas producen sustancias semejantes a hormonas que estimulan el crecimiento de los brotes y las raíces de las plantas y ayudarlas a superar los daños causados por los hongos.
En pruebas de invernadero realizadas por los investigadores, la utilización de cinco de las cepas de Pseudomonas redujo la severidad de la podredumbre causada por R. solani AG-98 hasta el 92% y de P. ultimum hasta el 56%. Dos cepas también redujeron la podredumbre de las raíces causada por R. oryzae y P. irregulare, que afectan al trigo y la cebada. Los resultados de esta investigación se publicaron en agosto pasado en la revista ‘Biological Control’.
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