Los Estados miembros acordaron en 2011 que la propuesta de reforma de la PAC, que tenía que presentar la Comisión Europea, tendría que basarse en seis principios (reducción de costes netos, controles en base a riesgo, flexibilidad para los Estados miembro, claridad, innovación, obligaciones y responsabilidades) para que fuera una política simplificada. La propuesta de reforma de la PAC que la Comisión presentó en octubre pasado refleja algunos de estos principios, pero su influencia es limitada, según el análisis realizado por investigadores del instituto LEI de la Universidad de Wageningen.

Dicho estudio, que tiene el título “Simplificación de la PAC, evaluación de la propuestas de reforma de la Comisión Europea” fue solicitado por los Ministerios de Agricultura de Holanda y Suecia.

Según dicho documento, los efectos de simplificación de la propuesta varian mucho entre agricultores/otros beneficiarios, entre los Estados miembro y la Comisión Europea. Los gobiernos nacionales podrían ver muy incrementado sus costes con el nuevo sistema de pagos directos que resulta excesivamente complejo. El informe de LEI recomienda la introducción de ajustes en este sentido.

Los investigadores también señalan que el sistema de pequeño productor y el componente verde no favorecen la simplificación. La propuesta de pequeño productor debería ser voluntaria y la del componente verde debería ajustarse más a las circunstancias locales.

Las líneas de la propuesta donde en opinión de LEI más simplificación se ha conseguido ha sido en las medidas de mercado y en el desarrollo rural, si bien también se podría introducir aún más simplificación en estas áreas.

Además, el informe recoge que la simplificación encargada a la Comisión no termina en las propuestas de reforma de la PAC, sino que tiene que continuar en las propuestas de reglamento de la Comisión que posteriormente se presenten para el desarrollo de la reforma que se apruebe.