Teniendo en cuenta que los precios se mantuvieron en la gran mayoría de los territorios, el motivo de esta caída, en opinión de UPA, es la bajada “unilateral y con carácter retroactivo” que la industria láctea de capital portugués Lactogal ha realizado a los ganaderos. Esta empresa elabora leche en regiones como Galicia, Cantabria y Castilla y León bajo diferentes marcas, una de las más conocidas es Leche Celta.

El secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, ha explicado que el paquete lácteo aprobado recientemente en el Parlamento Europeo condena la práctica de recoger la leche a los ganaderos sin que éstos sepan qué precio van a percibir por ella, “que es exactamente lo que está haciendo esta industria”.

“Algo tan básico cómo que un proveedor sepa lo que le va a pagar su cliente en el momento de la entrega de la mercancía parece un reto que hay que conquistar día a día en nuestro sector”, lamenta Román Santalla. “Las legislaciones española y europea condenan esta práctica y así se lo vamos a hacer saber a la industria Lactogal”, ha remarcado.

UPA ha enviado cartas a Isabel García Tejerina, secretaria general de Agricultura del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y a Pedro Astals, presidente de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL), para denunciar el grave comportamiento de esta empresa que “atenta contra las buenas prácticas sobre las que está trabajando el conjunto del sector”.

La organización agraria denuncia que ante la “difícil situación” que están atravesando los ganaderos de leche en España con una competitividad “muy mermada” como consecuencia de los altos costes de producción (energía, forrajes, piensos compuestos…), “el abuso en el poder negociador en detrimento de los productores acaba por asfixiar la rentabilidad de las explotaciones”.