Científicos del Laboratorio de Investigación de Aves del Sudeste en Atenas (GA, EEUU) han desarrollado una nueva vacuna que reduce la mortalidad y la severidad de los síntomas de la enfermedad de Newcastle en aves. La nueva vacuna también reduce la cantidad de virus virulentos excretados por las aves y en consecuencia, el riesgo de propagación del virus.

Actualmente, la mayoría de las vacunas usadas en EEUU están formuladas con virus de la enfermedad de Newcastle, aislados en los años 40. Estos virus ran similares a los virus virulentos de la enfermedad que circulaban en aquellos momentos. Sin embargo, con el tiempo, han emergido nuevas cepas de virus, que son genéticamente diferentes de las usadas en las vacunas.

Para crear la nueva vacuna, se ha sustituido un gen de la vacuna actual con un gen del virus de la enfermedad que circula actualmente. Con la nueva vacuna, que contiene secuencias de genes similares a los virus virulentos, las aves están protegidas de la enfermedad y excretan menos virus.