La muerte de los lechones ocurre fundamentalmente en las primeras 48 horas de vida del animal, debido a dos motivos principales: hipotermia y aplastamiento por la madre. Para reducir la mortalidad en lechones, investigadores de la Universidad de Ciencia de la Vida de Oslo (Noruega) han diseñado un corral para cerdas que tiene en cuenta los requerimientos biológicos y de comportamiento de la cerda y que proporciona más seguridad a los lechones.

El corral diseñado tendría dos áreas, una de actividad y otra de nido. Ambas áreas estarían separadas por una barrera que solo podría ser cruzada por la cerda, en un principio. En la zona de actividad, la cerda comería y podría tener tranquilidad, mientras que la zona de nido, es donde estarían los lechones y estaría destinada a la lactación y para dormir.

Tanto en la zona de actividad como en la descanso, el suelo estaría recubierto de mantas de goma, con lo que se reducirían las lesiones en hombros y rodillas de la cerda.

En el área de nido, habría calefacción por suelo radiante. Dicha área estaría dividida en dos zonas con temperaturas que se podrían controlar por separado. Una para la cerda, cuya temperatura corporal es más alta que los lechones y que estaría a menor temperatura y otra para los lechones, que estaría más caliente.

Con el fin de prevenir los aplastamientos de la cerda a sus crías, las paredes del corral tendrían unos paneles que harían forma de talud, de manera que las crías podrían resguardarse en el hueco existente ente el panel y la pared, cuando la madre se acostara.

En la investigación, los científicos comprobaron un importante descenso de la mortalidad con los nuevos corrales. De una mortalidad media del 15% en corrales convencionales se podría bajar a un 9% en estos nuevos diseños. También constataron que las cerdas pueden manejar por si solas, camadas entre 10-12 lechones, mientras que en camadas superiores sería preciso contar con la ayuda del ganadero.