El Director General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, Jesús Casas, presidió ayer una reunión informativa con los directores generales responsables de Desarrollo Territorial en las Comunidades Autónomas para abordar el proceso de renovación de la Agenda Territorial Europea hacia el horizonte de 2020 (ATE 2020).

Durante la reunión, se ha informado acerca del proceso de renovación de contenidos técnicos e institucionales en la elaboración de la ATE 2020, hasta su aprobación, a nivel de directores generales europeos, el pasado mes de marzo, en el marco de la Presidencia húngara del Consejo de la Unión Europea.

Asimismo, se han intercambiado puntos de vista de cara a la construcción común de la posición y aportaciones del Estado español para la aprobación definitiva de la ATE 2020, prevista para el próximo Consejo Informal de Ministros responsables de Desarrollo Territorial, que se va a celebrar en Gödöllö (Hungría) el próximo 19 de mayo, coincidiendo con el cierre de la Presidencia húngara.

La Agenda Territorial Europea 2020, que cuenta con el respaldo de la Comisión Europea y el Comité de las Regiones, es el principal instrumento orientador de la política territorial de la Unión Europea, y constituye la expresión concreta de un amplio acuerdo intergubernamental europeo en materia de cohesión territorial.

En el caso de España, los planteamientos de desarrollo territorial de la ATE 2020 resultan claramente afines a los principios y objetivos establecidos en la Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural, y a su enfoque de aplicación zonal, a través del Programa de Desarrollo Rural Sostenible derivado de dicha ley.

La vigente Agenda Territorial Europea, aprobada en Leipzig en 2007, ha ser adaptada a los planteamientos de la nueva arquitectura institucional europea, emanada del Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión (Tratado de Lisboa), así como a la plena consideración de la “Cohesión Territorial”, introducida como tercera dimensión del equilibrio armónico interno de la Unión Europea, junto a las componentes social y económica de la cohesión.

Para el cumplimiento de estas metas, se ha incorporado el denominado “place-based approach”, un enfoque basado en las características propias de cada lugar, como potencial de desarrollo endógeno a partir del cual impulsar procesos de cohesión territorial en tres escalas (local, regional y nacional) y, al mismo tiempo, hacer frente a los diversos impactos del cambio global.