Los veterinarios de AGRAMA (Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega) han introducido unos cambios en el protocolo de la inseminación artificial que les ha permitido elevar un 20 por ciento la fertilidad de sus ovejas.

“La inseminación artificial consiste en la fertilización de hembras con semen colectado y preparado en el laboratorio. Esta técnica permite propagar el semen de moruecos de alta calidad genética y sanitaria, y conectar los rebaños de ovejas independientes con el fin de comparar sus valores genéticos en el esquema de selección”, se dice en el artículo que aparece en el último número de la revista “Consorcio Manchego”.

“La fertilidad –continúa- es un indicador de la `salud reproductiva’ de un rebaño. Cuanto más elevada es la fertilidad de la inseminación artificial, mayor es la probabilidad de obtener futuros sementales reproductores y corderas de reposición de alta valoración genética”.

Con el fin de incrementar la fertilidad se han cambiado diversos aspectos como la conservación y transporte del semen, inseminación cervical o exocervical, contención de los animales, tranquilidad del animal y zona de inseminación, retener el próximo ordeño hasta el día siguiente, tranquilidad de las ovejas posterior a la inseminación y modificaciones en la selección del lote de inseminación artificial.

“En vista de los resultados obtenidos, podemos concluir que cuando modificamos el protocolo de inseminación artificial aumentamos un 20 por ciento la fertilidad, lo que implica un incremento del 50 por ciento en el total de corderos nacidos y en particular un aumento de un 50 por ciento de corderas de reposición. Esta reposición de élite producirá mayor cantidad de leche que la generación anterior, lo que significa una aceleración en el programa de mejora genética del esquema de selección.

Las modificaciones realizadas en el protocolo de inseminación artificial no han requerido ningún esfuerzo económico adicional del ganadero, han sido recibidas con gran aceptación y han supuesto un aumento de la rentabilidad de la explotación ganadera.