Los europarlamentarios se han mostrado totalmente en contra a cualquier intento de posponer la entrada en vigor de la nueva normativa de bienestar de las ponedoras, según la cual, las jaulas convencionales tendrían que ser eliminadas a partir del 1 de enero de 2012. Además, se han mostrado a favor de que la Comisión Europea actúe urgentemente de cara a los Estados miembro, con el fin de que éstos se aseguren de que todos los avicultores cumplen en la fecha indicada.

Los europarlamentarios proponen la aplicación de sanciones disuasorias para evitar la competencia desleal que se generaría si se siguiera usando este método de producción cuando ya esté prohibido. Son conscientes de que según el dato que se baraja, un 30% de la producción de huevos de la UE podría no cumplir para la fecha prevista, con lo que se correría el riesgo de que hubiera desabastecimientos de huevos (ya que los que no cumplen la normativa no se podrían vender) y que los precios de los huevos subieran.

También solicitan que la Comisión presente a 31 de diciembre de 2011, un listado de productores de huevos, procesadores y comerciantes que no se han adaptado a la normativa.

En el Pleno del Parlamento Europeo ha aprobado esta resolución con 459 votos a favor, 32 en contra y 17 abstenciones.