La Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, defendió ayer en el Senado que la futura
Política Agraria Común (PAC) debe asegurar un futuro sostenible para la agricultura y ganadería europeas, compatible con el esfuerzo de modernización que se requiere a toda actividad económica. Esta actuación ha guiado durante el semestre pasado la actuación de la Presidencia española de la UE.

La Ministra ha explicado en la Cámara Alta que el primer pilar de la futura PAC debe contar con unas ayudas directas que permitan mantener la actividad agraria a lo largo de todo el territorio comunitario y español, así como contar con los adecuados instrumentos de gestión de mercado, reforzando los actualmente existentes, que ayuden a los agricultores a
enfrentarse a la volatilidad de los mercados y se preserve el modelo de agricultura europeo.

Asimismo, la PAC se debe complementar, en el segundo pilar, con una política de desarrollo rural que ayude a las explotaciones a mejorar su eficacia y competitividad y a adaptarse a los efectos del cambio climático, contribuyendo a la reducción de emisiones de efecto invernadero, ha expuesto la Ministra.

En este sentido, la Ministra ha indicado que en el seno del Consejo existe un amplio consenso sobre la necesidad de mantener los dos pilares de la PAC después de 2013, siempre y cuando se consiga una mayor complementariedad, coherencia y transparencia entre ambos instrumentos.

Elena Espinosa ha señalado que la reforma de la PAC debe enlazar con los retos de Europa para salir de la crisis económica, y sintonizar con las prioridades que se quieren establecer en la Estrategia UE 2020: crecimiento inteligente, crecimiento sostenible y crecimiento integrador, ha indicado Elena Espinosa.

La Ministra ha recordado, en este sentido, que la Presidencia Española de la Unión Europea ha sentado las bases sobre las que se va a desarrollar la próxima Reforma, marcando la dirección correcta que ha de tomar la futura PAC.

En esta línea, durante el semestre de Presidencia, España ha llevado al Consejo la necesidad de que el modelo de producción del sector agroalimentario europeo siga siendo competitivo, dotado con las adecuadas herramientas de intervención en los mercados ante las situaciones de volatilidad de los precios agrarios, así como la necesidad de alinear la PAC con los restos de la “Estrategia Europa 2020”.