Según los datos oficiales del Ministerio de Medio Ambiente -que se pueden obtener de manera muy sencilla navegando por Internet-, en el territorio que ocupa la comunidad vecina de Castilla-La Mancha existen 38 pantanos, cuya capacidad de almacenamiento es de 5.744 Hm3 anuales.
Estos pantanos pertenecen a las cuencas hidrográficas del Tajo, Guadiana, Júcar y Segura –ya que lo que cuentan de la cuenca del Guadalquivir no tiene regulación- y la cifra de 5.744 Hm3 viene a significar que, si todos ellos estuviesen llenos al 100% de su capacidad –cosa imposible, salvo nueva edición de Diluvio Universal-, no se alcanzaría la famosa cifra de 6.000 Hm3 de “reserva estratégica” que figura en el texto del Estatuto aprobado por las Cortes de Castilla-La Mancha y remitido al Congreso de los Diputados. Es decir, ¡habría que construirles varios pantanos a Barreda y compañía para poder cumplir el mandato de su Estatuto!.
Sí que existe en otra comunidad autónoma esa posibilidad de reserva, pero dicha comunidad ni la ha reivindicado ni se conoce su intención de hacerlo. Es el caso de Extremadura que tiene, en sus 40 pantanos, capacidad de embalse de 14.222 Hm3, disponiendo a fecha de hoy de 12.666 Hm3 almacenados (9.706 Hm3 de media de los últimos 10 años)
A efectos de planificación, lo realmente importante es saber con qué agua se cuenta realmente, de manera regular, con lo que el dato relevante es que, a fecha de hoy, en todos los embalses de Castilla-La Mancha, una vez superada la peor sequía de los últimos años, el agua embalsada es de 3.157 Hm3 y, lo que es aún más definitivo, la media de agua almacenada en los últimos 10 años es de 1.915 Hm3, menos de la mitad que los 4.000 de la “reserva estratégica” que se pretende blindar en el Estatuto, cantidad que fue aprobada en la nefasta reunión de la Comisión de Estatuto de hace escasos días.
Para mayor sorpresa, resulta que de los cinco mayores embalses ubicados en la comunidad vecina, dos de ellos se construyeron en la cuenca del Tajo con motivo del acueducto Tajo-Segura (Buendía, con 1.639 Hm3 de capacidad y Entrepeñas, con 835 Hm3); el segundo en capacidad (1.112 Hm3) es el de Alarcón, en la cuenca del Júcar y también regulador de los trasvases al Segura. Los otros dos, son de la cuenca del Segura: Cenajo, con 435 Hm3 de capacidad, y Fuensanta, con 210 Hm3.
Todo esto demuestra, por si quedara aún alguna duda, que la intención que esconde la “reserva estratégica” de los inalcanzables 4.000 Hm3 de agua realmente regulada no es, en absoluto, garantizar el desarrollo de Castilla-a Mancha, sino impedir en todo caso el funcionamiento del Trasvase Tajo-Segura imponiendo unas restricciones absurdas apoyándose, de manera mendaz, en unos datos que nada tienen que ver con la realidad.
Con estos datos encima de la mesa, la Comisión Constitucional del Congreso se reúne el próximo miércoles para dar o no el visto bueno a la propuesta hecha por la Comisión del Estatuto, por lo que su aprobación dependerá de que dicha Comisión y el propio Congreso de los Diputados se traguen toda esta gran mentira de la reserva estratégica. Desde COAG Murcia confiamos que este espectáculo lamentable sea resuelto por los diputados y el Estatuto sea devuelto a las Cortes de Castilla-La Mancha.
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