La provincia de Alicante está sufriendo el mayor revés de su historia. Lo que menos esperábamos los agricultores era ver como los dos principales partidos políticos no se oponían a la aprobación de la reserva de 4.000 hm3, que supondrá el blindaje de facto del trasvase Tajo-Segura. No debemos olvidar que sus integrantes ostentan el poder y cobran sueldos desproporcionados para defender los derechos de los ciudadanos. ¿Cómo se atreven entonces a votar a favor o abstenerse, y por lo tanto permitir el respaldo a una enmienda que supone la condena absoluta de nuestra tierra y todos sus habitantes?
Queridos socialistas, estáis haciendo daño a dos autonomías enteras a cambio de un puñado de votos y unos cuantos billetes. Queridos populares, sois conscientes de que ignorar un delito también supone un atentado irreparable contra la integridad moral.
Los caudales son imprescindibles para el desarrollo social y económico de toda la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. La decisión que han adoptado los políticos que votaron el jueves la enmienda de la reserva les desenmascara como unos auténticos sinvergüenzas.
Sus actos, corruptelas y los conflictos innecesarios que generan día tras día se han convertido en una de las principales preocupaciones de los españoles. Y no es para menos. Ellos mismos demuestran que nos gobierna la basura. En lugar de promover iniciativas y proyectos en aras a crear riqueza, se dedican a destruir lo poco que funciona. O cambian de manera radical su postura, o todos los ciudadanos nos veremos obligados a volver a salir a la calle para defender nuestro derecho a no morirnos de sed. Se emprenderán todas las medidas que sean precisas para evitarlo. En este sentido, aprecio la valentía que está demostrando el conseller responsable del área, Juan Cotino. Se ha mantenido firme en sus principios y creo, que teniendo a muchos ‘buitres carroñeros’ en contra en su propio partido, no le resultará tan fácil.
¿Cómo se puede consentir que una autonomía atente constantemente contra el derecho a tener agua de los murcianos y alicantinos? Cualquier Gobierno coherente debería mediar en el conflicto para resolver el problema. Ahora mismo, la propuesta del Estatuto de Castilla La Mancha contiene 24 artículos que hacen referencia al agua. Es inadmisible, ya que no les compete a ellos hablar de los recursos hídricos, si no al Estado. Y así se hace para evitar conflictos mayores. ¿Qué pasaría si nos diera a nosotros por cortar las torres de electricidad que proporcionan el suministro a Castilla La Mancha? El agua tampoco les pertenece.
Nuestra indignación es tal que no sabemos cómo seguir adelante, pero lo haremos, aunque haya que traerse el agua del Tajo cubo a cubo, lo haremos. Aunque haya que volver a construir una obra que ha funcionado a la perfección durante 30 años, tendremos agua. Creo que la capacidad de sacrificio y lucha del sector agrícola es de sobra conocido por parte de todos los lectores.
Para evitar que triunfe la barbarie insolidaria manchega, los diputados provinciales, sean de un color u otro, deberán defender los intereses de su tierra y de quienes les han votado, que se encuentran en su propia autonomía. Respecto a los cargos nacionales, el Partido Popular siempre se había posicionado a favor de la interconexión, por simple coherencia, integridad y justicia, también deberán votar en contra del Estatuto de Castilla La Mancha en el próximo pleno del Congreso. Los socialistas deberían recordar que ya durante la II República se apostó por la interconexión de cuencas para repartir de forma equitativa el agua disponible. Derogaron el trasvase del Ebro porque era una obra faraónica. ¿Desmantelar ahora el trasvase del Tajo-Seguro no tendría un gran impacto ambiental o iban a dejar que se quedará ahí muriéndose de la risa y sin darle ningún uso? Vamos hombre, un poquito de sensatez.
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