Los Ministros de Agricultura de la UE debatieron ayer, en la reunión del Consejo, sobre el etiquetado de bienestar animal. En general estuvieron de acuerdo en que este tipo de etiquetado, siempre que fuera simple y fácil de entender, daría más información al consumidor y le ayudaría en su elección de compra. Sin embargo, no todos los ministros pensaban igual en relación sobre que tendría que reflejar ese etiquetado.

Para unos, ese etiquetado debería aplicarse cuando se cumplieran requisitos de bienestar animal, más estrictos que los vigentes. Para otros, el etiquetado debería aplicarse por cumplir las normas de bienestar vigentes en la UE, que ya son de por sí, muy estrictas. Además, consideran que un etiquetado para los productos que cumplan condiciones extra, confundiría al consumidor porque le podría hacer depreciar los productos que no llevaran dicho etiquetado. Además, se podría crear confusión con otros etiquetados existentes, como el de la agricultura ecológica.

La gran mayoría de ministros han mostrados su preferencia sobre un etiquetado voluntario en lugar de uno obligatorio. Muchos ministros apoyan la idea de un sistema de información para el “modelo de producción europeo” en su conjunto en lugar de tener sistemas de información separados para cada estándar.

Algunos ministros han sugerido una aproximación paso a paso, introduciendo, en una primera etapa, un sistema de información separado para algunos estándares clave y creando, si fuera necesario, nuevos sistemas de información para otros estándares, en posteriores etapas.

La gran mayoría de ministros están de acuerdo en que es necesaria más investigación para obtener indicadores fiables y con base científica, que proporcionen un etiquetado que permita a los consumidores distinguir entre diferentes niveles de bienestar animal. En general, apoyan la idea de la creación de una Red Europea de Centros de Referencia, que permita compartir información y proporcione apoyo técnico para el desarrollo e implementación de esos indicadores.