ASAJA lamenta nuevamente que nuestros representantes políticos demuestren su falta de compromiso y altura de miras en un momento donde es necesario cerrar filas y apoyar a los agricultores y ganaderos. El dantesco espectáculo que se vio en el último pleno del Ayuntamiento de Arévalo llegó hasta el extremo de que el portavoz del Partido Socialista en ese consistorio, y anterior presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arévalo, llegara a afirmar que “no sabemos de que estamos hablando” en relación a la puesta en marcha del Regadío de Las Cogotas, cuando el mismo llevaba una moción al respecto que defendió en ese mismo plenario.
El hecho se califica por si mismo, y ASAJA se pregunta quién o quiénes le escribieron al portavoz del Partido Socialista los puntos que llevaba en su moción, el cual cuando se vio sin argumentos su subconsciente le traicionó hasta aseverar que “ninguno de los concejales sabemos de que estamos hablando”. Como no le habían explicado lo que ponía en su propia moción, pide información de cuánto supone la amortización de las obras por hectárea cuando ello depende de sus colegas y compañeros de su propio partido en el Gobierno central.
Su intervención le llevó al absurdo de pedir la puesta en riego de todos los sectores implicados a la vez cuando él mismo reconoce que puede haber fugas en las tuberías, con lo que se llega a la conclusión razonable, y si usamos el sentido común, tan falto y a la vez necesario hoy entre nuestra clase política, que lo lógico es la puesta marcha gradualmente para ir comprobando el funcionamiento y haciendo los ajustes necesarios que una obra de esta envergadura siempre tiene, como se ha hecho en todos los planes de modernización de regadíos llevados a cabo por las distintas administraciones. La discriminación entre sectores a la que aluden los concejales socialistas demuestra de nuevo que “no saben de lo que están hablando” en sus propias palabras, pues bastaría con que salieran de Arévalo y comprobaran el avance de las obras que es tal, que puede permitir que en uno o dos años se rieguen todos los sectores.
Para el Partido Socialista es “mezquino y demagógico” exigir que se cumpla lo firmado. Es decir, exigir que se cumpla el convenio firmado en diciembre de 2001 que permitió en su día comenzar las obras y en el cual figuraba que los regantes pagaran exactamente lo mismo que la administración central, un 25%, el otro 50% se sufragó con fondos europeos. Como de costumbre, los socialistas pretenden cambiar las normas a mitad de juego, en este caso la imposición de estas nuevas normas de juego supone que los agricultores y ganaderos de Ávila paguen más de 24 millones de euros a mayores (12 millones de euros de amortización del principal y otros 12 de intereses), es decir, que paguen todo y el Estado nada, y aún así seguir siendo los dueños, ordeno y mando, de las infraestructuras.
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