Una producción de alto nivel
El ganado porcino francés (14,8 millones de animales en 2008) es el tercero de Europa en importancia y actualmente el más diversificado con:
Razas denominadas clásicas que encontramos cruzadas en la mayoría de las granjas de cerdos franceses (Large White, Landrace francés, Piétrain y Duroc).
Y también 6 razas denominadas locales, muy bien adaptadas a su entorno, pertenecientes a un programa de conservación implementado desde 1981 por el Ministerio de Agricultura (Vasco, Gascón, Cochino negro de Limousin, Blanco del oeste, Bayeux y Corso).
Francia cría más de 25 millones de cerdos al año y se sitúa en cuarta posición en la Unión Europea (2008). El crecimiento sostenido de su producción le ha permitido reforzar su presencia en los mercados importadores. Un tercio de su producción se exporta. Se trata del primer canal de cría de animales de carnicería en Francia (en volumen).
Una genética puntera
El sector porcino francés se organiza según una pirámide de tres niveles: selección, multiplicación, producción, que sigue esquemas de crecimiento para combinar las aptitudes concretas de cada tipo de cerdo.
En Francia desde hace muchos años se están haciendo esfuerzos en materia de selección y de multiplicación de nuevas variedades híbridas. Estos medios se han centrado en el desarrollo del rendimiento de la cría (productividad numérica de las madres, eficacia del crecimiento) así como en la mejora de la calidad de la carne.
Actualmente, el nivel del rendimiento genético en las ganaderías en Francia ofrece al mercado mundial una genética porcina (animales reproductores, sementales) con las mejores garantías a la vez que responde a las exigencias técnicas y económicas de los productores y a la preocupación de calidad de los consumidores. La genética francesa se ha difundido en más de 40 países de los 5 continentes.
Una industria productiva y adaptada
La calidad constante de los cerdos, la modernidad de las granjas industriales así como los conocimientos y experiencia permiten garantizar la uniformidad de la calidad de los productos franceses y satisfacer una demanda mundial cada vez más exigente en materia de diversidad de la oferta (refrigerada/congelada, con hueso/deshuesada, etc.).
Francia también posee una cultura de transformación mediante las industrias charcuteras o los especialistas en comidas preparadas que aúna las tradiciones del Norte y el Sur de Europa. Con más de 300 empresas implicadas, este sector transforma los 2/3 de la producción francesa de carne de cerdo. Se trata de la 4ª industria alimentaria francesa y de la 3ª industria de transformación de carne de la Unión Europea (en volumen de negocio, 2007).
La charcutería francesa es muy variada. La representan más de 400 productos que van del jamón a la salchicha pasando por el paté, con múltiples presentaciones (para cortar en lonchas, congelados, en comidas preparadas, etc.). Este sector combina el saber tradicional con la tecnología más moderna.
Una dinámica de exportación
La calidad de su carne de cerdo y las garantías que ofrece han hecho que Francia se sitúe entre los primeros exportadores mundiales. En un periodo de 10 años, los flujos de exportación (animales vivos, carne y productos transformados) se han multiplicado por tres, ascendiendo a más de mil millones de euros. Francia es actualmente el 2º exportador europeo a países terceros (países no pertenecientes a la Unión Europea / en volumen, 2008).
Casi 8.000 animales vivos se envían cada semana a los países de la Unión (Bélgica, Italia, Holanda, España, etc.).
Presentes en más de 100 países en todo el mundo, las industrias francesas exportan cada año más de 500.000 toneladas peso canal de carne refrigerada y congelada, y más de 150.000 toneladas peso canal de productos curados, transformados y grasos.
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