En el primer semestre de 2010, España, durante su presidencia, tendrá que enfrentarse a tres retos en relación con la política comercial. El primero es la crisis económica que está afectando negativamente al comercio, por el descenso de la demanda y las dificultades de financiación.

El segundo de los retos es la nueva composición del Colegio de Comisarios, que tendrá lugar en enero-febrero. Los nuevos Comisarios necesitarán un periodo de adaptación a sus nuevas obligaciones.

El tercer reto son las nuevas reglas del Tratado de Lisboa. Se amplia el procedimiento de codecisición, dándole nuevas competencias al Parlamento Europeo en materia de política comercial (el PE puede aceptar o rechazar un acuerdo comercial firmado por el Consejo pero no modificarlo) y se abandona la unanimidad y el derecho a veto.

Dentro de los programas multilaterales, España, durante su presidencia, espera poder impulsar las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC hacia su conclusión, así como promover la adhesión de Rusia a la OMC, así como de Bosnia y Hezergovina, Serbia, Montenegro, Azerbayán, Kazajstán, Samoa y Vanuatu.

En los acuerdos bilaterales las prioridades son: América Latina, Canadá, Rusia, EEUU y el Mediterráneo.