Un tercio de las pequeñas y medianas explotaciones del Reino Unido ha puesto en marcha medidas para reducir el daño que su actividad puede hacer al medio ambiente. Esta cifra está por debajo de la media del Reino Unido. Además, solo uno de cada cinco titulares de explotación agraria piensa invertir en mejorar durante el próximo año cuestiones medioambientales derivadas de su actividad agraria.

Estos son algunos de los resultados que ha puesto de manifiesto una encuesta llevada a cabo por NetRegs, que una asociación que aglutina las agencias medioambientales del Reino Unido.

Esta falta de actuación de los agricultores y ganaderos viene como consecuencia de que solo el 9% de los entrevistados por NetRegs considera que su actividad daña al medioambiente. La gran mayoría ha opinado que la reglamentación medioambiental “no es de uso” para su explotación. Estas opiniones contrastan con los datos de las agencias medioambientales británicas.

Solo un 17% de los encuestados son conscientes de los permisos medioambientales, los cuales son requeridos para todos los agricultores y ganaderos que operan en Inglaterra y Gales, y solo un 8% está al tanto de las licencias para la gestión de subproductos, cuando un 33% había contestado que almacenaban subproductos en su explotación.