La oficina australiana que regula la tecnología genética (OGTR) ha aprobado que el Centro de Investigación de la Commonwealth (CSIRO) haga un ensayo de 17 líneas de trigo y 10 líneas de cebada que han sido modificadas genéticamente (MG) para fomentar su eficacia en la utilización de nutrientes.

Nueve de las líneas de trigo y 5 de las líneas de cebada MG contienen un gen derivado de la cebada que codifica una enzima metabólica. Este gen se espera que aumente la biomasa de la planta y el rendimiento. El resto de las líneas son líneas de control que no contienen el gen. Todas las líneas de trigo y cebada MG contienen uno de los dos genes de resistencia a antibióticos.