Una investigadora neocelandesa, Karyne Rogers, ha desarrollado una novedosa técnica que permite saber, analizando el huevo, si éste procede de una gallina campera, de una gallina ecológica, de una gallina en batería o de una gallina sobre suelo. La técnica se basa en el uso de análisis de isótopos.

La investigadora, que trabaja en el Centro Nacional de Isótopos de las Ciencias Geológicas y Nucleares en Nueva Zelanda, considera que esta técnica puede resultar prometedora para la industria avícola, debido a que puede permitir verificar, si los huevos están correctamente etiquetados.

Al usar el análisis de isótopos, la investigadora encontró que todos los huevos podían diferenciarse relacionando el carbono y nitrógeno detectado en el huevo con la dieta de la gallina. Según esté alojada la gallina, ésta recibe una dieta u otra. Por ejemplo, las gallinas camperas y las de producción ecológica tienen más acceso a insectos y vegetación que las criadas en batería, lo que genera cambios en la huella de los isótopos de los huevos.

Los resultados de esta investigación se han publicado en el the Journal of Agricultural and Food Chemistry.