El Banco Mundial ha anunciado un préstamo de 1.300 millones de dólares para ayudar a Brasil en su política medioambiental y en particular para mejorar su sistema de gestión del medio ambiente e integrar las cuestiones de desarrollo sostenible en sus políticas de sectores esenciales, como la gestión de los bosques, el agua y las energías renovables.

El préstamo será efectivo en dos plazos, el primero de 800 millones de dólares de forma inmediata y el segundo de 500 millones en 2010, según los criterios de evaluación de los resultados obtenidos.

El objetivo de esta ayuda del Banco Mundial es detener la deforestación y el uso incontrolado de los recursos de la Amazonia, así como favorecer la utilización racional del agua y de la energía, en un país donde la conservación del ecosistema es crucial para el desarrollo económico y el bienestar de la población.