En relación con las reacciones adversas a la publicación del informe de la Agencia Francesa de Seguridad de los Alimentos (AFSSA) del pasado 23 de febrero, en el que se determinaba que el maíz MON810 prohibido en Francia es tan seguro como pueda ser cualquier maíz convencional, 23 científicos de la AFSSA han difundido un comunicado en el cual “recuerdan públicamente su compromiso de independencia” y que “los expertos se esfuerzan siempre en marcar la diferencia entre las conclusiones basadas sobre de los conocimientos serios y los establecidos a base de interpretaciones parciales, incluso erróneas, nacidas de manifestaciones y/o informes apresurados que hacen a menudo más ruido del que merecerían”.

Los expertos recuerdan que “los informes emitidos por los comités científicos no son sistemáticamente favorables a todos los OGM y curiosamente las opiniones negativas no son nunca objeto de recriminación”.

Los científicos firmantes consideran que las conclusiones de sus informes no deben servir de pretextos a de las tomas de posiciones basadas en realidad sobre argumentos económicos, sociológicos o políticos del tipo que sean y declaran tener ya bastante con la denigración y difamación de los que son objeto de manera reiterada.