Tanto la Asociación de empresas de integración avícola de EEUU como la Asociación Americana de Patologistas avícolas y el Colegio Americano de Veterinarios Avícolas defienden que, según la opinión de los científicos, no existen ventajas de bienestar animal en la utilización de gas frente a las corrientes de energía eléctrica en el atontamiento de las aves antes del sacrificio. Este posicionamiento se ha debido a la polémica generada porque hay defensores de que el sistema de atontamiento usado en Europa es mejor para el bienestar de las aves que el usado en EEUU.

En EEUU, el método usual de atontamiento de las aves es mediante corriente eléctrica a bajo nivel. Por el contrario, en la UE, el sistema más popular es mediante la utilización, dentro de una cámara, de los gases dióxido de carbono o argon, para desplazar al oxígeno y atontar al ave, e incluso matarla. Se trata de un sistema de atmósfera controlada.

En la UE también se utiliza, aunque que menos que el gas, el atontamiento por electricidad, pero se trata de un sistema diferente al utilizado en EEUU, por lo que no resultarían comparables. Cuando en la UE el atontamiento se produce por electricidad, se utilizan corrientes eléctricas elevadas para atontar al ave antes de electrocutarla .

Según estas tres organizaciones de EEUU, el motivo de que el gas sea más utilizado en la UE es porque el sistema basado en corriente eléctrica usado en Europa puede producir la decoloración de la carne y otros problemas de calidad de la canal.

Defiende que el sistema de baja corriente consigue una efectividad de atontamiento de un 99,95%. Además, según estas tres asociaciones, la utilización de gas puede provocar en las aves más estrés que la electricidad, dado que causa que las aves no puedan respirar, provocándoles un estado de sofoco antes de caer en la inconsciencia.