Madrid, 14 de enero de 2009.- Durante los últimos años el sector español de producción de huevos está aplicando el Programa Nacional de Vigilancia y Control de Salmonella en gallinas ponedoras, que supone una serie de medidas destinadas a reducir el número de toxiinfecciones por Salmonella en humanos provocadas por el consumo de huevo. Según los datos del Centro Nacional de Epidemiología (publicados en el Boletín Epidemiológico 2008 vol.16 nº8/85-90) los casos de gastroenteritis causadas por Salmonella están descendiendo de forma significativa en los últimos años, especialmente los causados por el serotipo Enteritidis, que con frecuencia se asocia al huevo y sus derivados, que ha descendido un 70% en los últimos 5 años.
Entre las medidas de vigilancia y control adoptadas en las granjas de gallinas ponedoras españolas desde el año 2005 (a partir de la publicación de la Orden PRE 1377/2005) están la aplicación de buenas prácticas de higiene en la producción primaria, basadas en la bioseguridad y en la trazabilidad, la vacunación de las aves contra salmonela y la realización de autocontroles, así como el seguimiento mediante controles oficiales de la higiene y sanidad de la explotación.
Otras medidas adicionales son la formación de los operarios y la aplicación de medidas adecuadas en caso de resultados positivos a salmonela en la granja (los huevos no pueden
comercializarse para consumo humano directo, se sacrifica la manada de ponedoras y la granja debe limpiarse y desinfectarse para destruir las salmonelas y evitar la reinfección).
Estas medidas, además de colocar al sector español del huevo en un alto nivel con respecto a otros países de nuestro entorno y facilitar el comercio intracomunitario, tiene como objetivo la reducción de las toxiinfecciones alimentarias en humanos.
Desde el 1 de enero de 2009 en toda la UE, en aplicación del Reglamento 1234/2007, todos los huevos que no hayan sido controlados por Salmonella o que procedan de una granja que haya dado positivo por Salmonella enteritidis o S. typhimurium en muestras de heces o de polvo en el ambiente, se consideran huevos de categoría B y por tanto no pueden ser vendidos como huevos de mesa (tal y como se lleva haciendo en España desde 2005). Estos huevos deben ser pasteurizados con el fin de eliminar cualquier posible contaminación microbiológica antes de ser utilizados. El Reglamento también dice que los huevos de manadas positivas a salmonela solo podrán entrar en los centros de embalaje previa autorización y deben ir marcados con un punto de color de al menos 5 mm. de diámetro para evitar que por error puedan llegar al mercado del huevo fresco.
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