El consorcio internacional para el secuenciado del genoma del trigo ha completado el mapa físico del cromosoma 3b del trigo, lo que supone un importante paso en la difícil tarea de determinar el secuenciado del genoma de la especie. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Science.

El trigo blando (Triticum aestivum) es una especie cuyo genoma es extraordinariamente grande y complejo, lo que hace que su secuenciado sea una tarea mucho más ardua que en de otras especies. El trigo blando es una especie hexaploide, lo que significa que tiene 6 juegos de cromosomas (6n), a diferencia del trigo duro, tetraploide, que tiene 4 juegos de cromosomas (4n) o de otras especies de trigo, como la escanda y trigos silvestres diploides, que tienen solo dos pares de cromosomas (2n).

El genoma del trigo contiene 17.000 millones de pares de bases, lo que supone un tamaño equivalente a 5 veces el genoma humano y a 40 veces el del arroz, estando repetidas un 80% de las secuencias.

El cromosoma 3b del que se ha obtenido el mapa físico es el mayor de los 42 cromosomas de la especie, con mil millones de pares de bases. La obtención de los mapas físicos es un primer paso indispensable en la tarea de obtener el genoma.

Un mapa físico describe las posiciones de los puntos sobresalientes en una cadena de ADN, como genes conocidos y marcadores, indicando la distancia entre ellos, proporcionando información acerca de su ubicación a lo largo de zonas bien definidas del genoma. Los mapas físicos son particularmente importantes al buscar genes asociados con enfermedades, de hecho ya se han localizado en este cromosoma uno asociado con resistencia a la roya negra.

Actualmente, los científicos están trabajando en los mapas físicos de otros tres cromosomas. La terminación del mapa de todo el genoma se espera en el curso de los próximos tres a cinco años.