Los costes de la alimentación en el vacuno suponen un 80% de los costes variables (y un 60% de los costes totales), por lo que cualquier variación en los mismos tiene una enorme repercusión en la rentabilidad de la explotación. Por este motivo, el Ministerio de Agricultura de la provincia canadiense de Ontario ha elaborado una serie de consejos para ayudar a los ganaderos a ahorrar en la alimentación de sus terneros pero sin menoscabar el desarrollo de los mismos.

Añadir un exceso de proteína puede resultar muy caro. Un ternero de 450 kg consume unos 10 kg de materia seca. Una ración con un 12% de proteína cruda proporcionaría unos 1,2 kg de proteína por cabeza y día. Si en lugar de esta ración se le proporcionar otra de un 13% de proteína cruda supondría un extra de 0,21 kg de torta de soja por cabeza y día. Al precio de 283 €/tn de torta de soja, generaría un coste extra de 5,9 céntimos/kg. Cantidad que no aparece muy elevada, pero que si consideramos por ejemplo, una explotación con 200 cabezas y un periodo de 165 días se convierte en un coste extra de 1.947 €.

Otro factor a tener en cuenta es que la urea es una de las fuentes de nitrógeno más barata. Este nitrógeno se transforma en proteína por las bacterias del rumen. Por tanto, no hay que olvidarla en las raciones de los terneros, pero teniendo en cuenta que no debe ser la única fuente de proteína y que tiene que incorporarse en las raciones de finalización. Una cantidad razonable seria de 100 gr por cabeza y día.

Hay que evitar sobreadicionar fósforo. Si la ración contiene altos niveles de maíz grano o DDG o gluten, que son productos ricos en fósforo habría que poner menos fósforo adicional.