El tipo de dieta que se le proporciona a la oveja antes de la inseminación puede resultar determinante del sexo de cordero que se obtenga. Así lo ha puesto de manifiesto una investigación llevada a cabo por la Universidad de Missouri (EEUU) y cuyos resultados se han publicado en el journal Reproductive Biology and Endocrinology. Dicha investigación señala que si las ovejas se les alimentan con una dieta rica en grasas poliinsaturadas durante un mes antes de la concepción, hay una elevada probabilidad de que nazca un cordero macho.

En el estudio. también se analizaron aspectos como el peso de la oveja, su condición corporal, partos previos y duración de la preñez como factores que podrían influir en la determinación del sexo del retoño, pero ha sido la dieta en el momento de la concepción, el factor más importante en este sentido.

Las grasas poliinsaturadas son nutrientes esenciales. Se cree que el ratio entre ácidos grasos omega 3 y omega 6 tiene un efecto biológico importante, especialmente en términos de inflamación, inmunidad y señalización del sistema nervioso central. Los ácidos grasos omega 6 usados en el estudio estaban protegidos contra la digestión por la bacterias que se encuentran de forma natural en el rumen, asegurándose que éstos se absorbían en el intestino de las ovejas.