La posible introducción de las harinas de carne provoca muchas reacciones adversas en el Reino Unido

La Comisión Europea está estudiando que se vuelva a permitir la utilización de subproductos de matadero de porcino en la carne de pollo y viceversa. Si bien esta propuesta tendría, en principio, que ser bien recibida por los ganaderos, dado los elevados coste de los piensos por los altos precios del cereal, los ganaderos británicos no saben si recibir la propuesta como una buena o una mala noticia, según recoge Yorkshire Post.

El principal motivo de recelo de los ganaderos británicos es la avalancha de críticas que han surgido desde diversos sectores. Por un lado, el portavoz de los 2 millones de musulmanes que hay en el Reino Unido ha manifestado que su colectivo no quiere comer huevos ni carne de pollo que haya sido alimentado con carne de otro animal, y mucho menos si se trata de carne de cerdo. Los vegetarianos claman que no quieren comer huevos de gallinas alimentadas con carne. La organización de producción ecológica Soil Association demanda que la carne obtenida de animales alimentados con carne no debería ser considerada ecológica. La organización en defensa de los animales RSPCA ha mostrado su oposición a esta práctica.

La utilización de las harinas de carne y hueso de monogástricos en la alimentación de los cerdos y aves ha sido una práctica habitual desde hace años. A partir de la crisis de la EEB se prohibió temporalmente su utilización, no porque supusieran un riesgo para cerdos y aves, sino para evitar una posible contaminación cruzada con las harinas de carne y hueso de rumiantes.

Los cerdos y los pollos son omnívoros por lo que pueden comer sin problema harinas de carne y hueso. Además, de salir una propuesta que reintrodujera las harinas de carne en monogástricos, se aplicaría bajo el principio de evitar el canibalismo interespecies (que fue una novedad introducida en 2002). Por tanto, las harinas de pollo de destinarían a los cerdos y las de cerdos a pollos.