En un reciente estudio realizado con animales de laboratorio se ha visto que el extracto de té verde detiene el depósito de grasa en el hígado, lo que sugiere que el consumo de este té podría servir para prevenir el hígado graso.

El hígado graso o esteatosis es una acumulación de grasas en las células del hígado que suele tener como síntomas la fatiga crónica, dolor en la parte superior derecha del abdomen y malestar general, aunque en muchas ocasiones no tiene ningún síntoma. Esta enfermedad supone un factor de riesgo de otras más graves, ya que en algunos casos puede terminar en cirrosis. En ocasiones se relaciona con el alcoholismo y también con la obesidad y el tener altos niveles de colesterol y triglicéridos.

El té verde es un alimento rico en catequinas, compuestos antioxidantes que en otros estudios se relacionan con propiedades saludables, como la prevención del Alzheimer, el cáncer y enfermedades cardiovasculares.